Beber agua puede acelerar el metabolismo entre un 24 y un 30 % en un período de entre 1 a 1.5 horas, ayudando a quemar algunas calorías extra. Un estudio mostró que beber medio litro de agua una hora y media antes de las comidas ayudó a las personas que estaban siguiendo una dieta a perder un 44 % más de peso.
Los huevos tienen muchos beneficios, entre ellos el de ayudar a perder peso.
Reemplazar un desayuno basado en cereales con huevos puede llevar a consumir menos calorías en las siguientes 36 horas, perdiendo peso y grasa corporal.
Y si por alguna razón no se pueden consumir huevos, cualquier otra fuente de proteínas de calidad funciona también.
Seguir una dieta alta en proteínas ha demostrado acelerar el metabolismo de 80 a 100 calorías por día.
Un estudio mostró que convertir a las proteínas en el 25% de las calorías consumidas al día redujo los pensamientos obsesivos en relación a la comida en un 60%, al mismo tiempo que recortó a la mitad los antojos nocturnos.
Si es difícil incluir las proteínas suficientes en la dieta, tomar un suplemento puede ayudar. Una investigación arrojó que reemplazar parte de las calorías con proteína de suero de leche (Whey) puede derivar en una pérdida de peso de alrededor de 4 kilos, mientras se aumenta la masa muscular magra.
Así, simplemente agregar proteínas a la dieta, sin restringir nada, constituye una de las maneras más fáciles y efectivas (y deliciosas) de perder peso.